16 de enero de 2022
Pablo Casado conmemoró ayer el aniversario de la muerte del presidente fundador de su partido, Manuel Fraga. Ocultó conscientemente su carrera como dirigente de la dictadura. Básicamente fue un trepa sin escrúpulos en tiempos de Franco y después. Vamos a refrescarle la memoria.
Manuel Fraga Iribarne nació en 1926 y con sólo 26 años accedió a una plaza de catedrático Univerasitario. Y todo gracias a una universidad en reconstrucción, arrasada por la represión y llena de vacantes por la represión política. Claro y por su falta de escrúpulos...
Su primera fotografía en el archivo de EFE que se puede consultar en internet es la de su toma de posesión con Delegado Nacional de Asociaciones, dependiente de la Secretaría General del movimiento. (Aclaración: todas y cada una eran asociaciones franquistas).
Ese mismo año toma posesión como procurador de las cortes franquistas. No se presentó a unas elecciones, aceptó beneficiarse de la represión y no compitió con otras personas; lo pusó ahí el dedo sagrado del dictador Francisco Franco. (Foto: web EFE).
Fue escalando políticamente a través de la Falange; el partido de pistoleros que asesinaron a miles de civiles y que fueron comprometidamente filonazis. Pero el hijo del alcalde de Villalba (Lugo), durante la dictadura de Primo de Rivera, tenía muchas aspiraciones...
En 1955 Franco firma el decreto por el que Fraga es nombrado Secretario General Técnico de Educación. Va a diseñar la (de)formación del espíritu nacional para lavar al cerebro a millones de ciudadanos que crean a pies juntillas que Franco salvó España por la gracia de Dios.
En 1962 llega por fín al Gobierno. Con cuarenta años y dentro de un dictadura gerontocrática, el trepa gallego que nunca conoció los escrúpulos había alcanzado una de sus cimas. Ministro de Información y Turismo; es decir; jefe de la censura franquista. (Foto: web EFE).
En el año 1964 el escritor Miguel Delibes dimitió de su cargo de director del diario El Norte de Castilla por las presiones de Manuel Fraga en el ejercicio de la censura informativa.
Cuatro días despúes de que el líder comunista Julián Grimau fuera asesinado por la dictadura franquista y tras haber apretado con la censura y la propaganda por la repersusión internacional del crimen, Fraga pasea placidamente por el Escorial con Carrero Blanco. (Foto: EFE web).
Franco lo condecoró en el 20 aniverversario de la Victoria. Y públicamente le agradecía su labor como intelectual del régimen e inventor de la imagen falsa de "un país abierto"; con miles de desaparecidos, exiliados, turturados, mujeres sin derechos... Era su fiel propagandista.
Como jefe de censura y manipulación informativa, Fraga convirtió la televisión en una enorme herramienta del régimen, para lavarle la cara al franquismo. Supo combinar programas de modernización musical con la ocultación de la realidad y la manipulación goebeliana.
En 1965 convirtió las instalaciones de San Marcos, León, que había sido un terrible campo de concentración franquista, en otro de sus paradores; esa gran operación en la que objetos de Patrimonio Nacional viajaban por el territorio y pasaban a ser patrimonio de la familia Franco.
El 7 de marzo de 1966, para acabar con los rumores del accidente con armamento nuclear del ejército norteamericano en la costa almeriense, Fraga y el embajador de Estados Unidos se dan su famoso baño de Palomares...(suficientemente alejado de donde habían ocurrido los hechos).
En 1971, Manuel Fraga encabezó un manifiesto que pedía la liberación de Rudolf Hess, el que fuera secretario personal de Adolf Hitler. Mientras luchaban por liberar a un nazi, miles de estudiantes, militantes y disidentes morales eran detenidos y torturados en España.
Fraga era embajador en Londres cuando murió Franco. Y Carlos Arias Navarro lo nombró vicepresidente y ministro de Gobiernación (Interior); es decir, jefe de la represión que iba a tener que controlar los momentos convulsos que se avecinaban tras la muerte del dictador.
Fraga era responsable de las "fuerzas del orden" cuando el 3 de marzo de 1976, en Vitoria, fueron asesinados por la policía cinco trabajadores que se encontraban encerrados en una parroquia como parte de una movilizavión que reivindicaba derechos laborales.
Como buen manipulador, propagandista y carente de límites morales, Fraga visitó a algunos de los heridos en Vitoria, junto a Rodolfo Martín Villa (otro de los responsables de esa violenta represión). Ese año Fraga acuñó la frase "La calle es mía", como una demostración de fuerza.
De cara a las primeras elecciones generales, que se celebraron en junio de 1977, Manuel Fraga y otros dirigentes franquistas fundan Alianza Popular, un partido que nace al calor de efusivas alabanzas al dictador y que es el Partido Popular que hoy lidera Pablo Casado.
Pablo Casado conmemora la muerte de Fraga y menciona su vida política tras la dictadura. Fraga fue artífice de la impunidad para el franquismo, encabezó la mayoría de ponentes franquistas en la redacción de la constitución del 78 y no merece ningún reconocimiento democrático.
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