Esta es una terrible historia de la represión franquista en Asturias; la de Daría González y los terribles hechos que ocurrieron en el Cabo Peñas. Una historia que estuvo décadas escondida e ignorada.
Daría González Pelayo nació el 1 de noviembre de 1875. Hija de Félix González, de Candás, y de Rufina Pelayo, de Avilés. Se casó con Rufino Menéndez y tuvieron tres hijos: Félix, María y Rufino. Félix era latero en una conservera de Candás.
Daría trabajaba en las labores de la casa. Rufino, su marido, trabajaba de chófer en el parque móvil. Sus hijos, Félix y Rufino, eran destacados líderes del Partido Comunista de Carreño, por lo que, ya en un primer momento, fueron perseguidos por los fascistas.
Cuando comenzaba a caer el frente de Asturias miles de mujeres y hombres intentaron huir en barcos El 8 de septiembre de 1937, Daría solicita el pasaporte de evacuación para ella y sus hijos María y Rufino pero sólo sus dos hijos lograron escapar.
Tras la caída del frente y el control de Asturias por las fuerzas fascistas, su hijo Félix se escapa y se esconde para no sufrir represalias. Para forzarle a salir de su escondite detienen a su madre Daría, y le hacen pensar que si se entrega le salvará la vida.
Félix se entrega confiando en que al hacerlo su madre será liberada pero con un grupo de hombres y mujeres los dos serán asesinados el 2 de junio de 1938. La represión en Asturias sembró el territorio de cadáveres.
Los cadáveres de Daría, de Félix y de otras personas fueron lanzados al mar desde el Cabo Peñas. Aquel método era preciso a la hora de que los cuerpos desaparecieran para siempre y el dolor de las familias se multiplicara con la ausencia de los muertos.
En las playas, puertos y pedreros cercanos a Bañugues y Luanco, en el concejo de Gozón, aparecieron cadáveres devueltos por el mar. Los cuerpos de tres mujeres encontrados en la playa fueron enterrados por los vecinos en el cementerio de Bañugues.
Hace uno años el investigador asturiano, Luis Miguel Cuervo, saca a la luz informaciones relacionadas con la fosa del cementerio de Bañugues y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica promueve una exhumación que lleva a cabo la sociedad de Ciencias Aranzadi.
Durante la exhumación, el 16 de mayo de 2017, el hijo de otra de las mujeres contaba que "lo del Cabo Peñas era como lo de los nazis pero en vez de trenes usaban camiones. Llegaban allí y se deshacían de los cadáveres lanzándolos al mar".
El pasado domingo 18 de junio el cuerpo de Daría Fernández fue enterrado en el cementerio de Candás en presencia de su bisnieta, Mayder Meñéndez, y de una sobrina nieta, Eugenia Suárez.
Eugenia, la sobrina nieta de Daría. habló de que aquel era un acto de justicia y recordó el terrible sufrimiento que tuvo que padecer su familia.
Mayder Menéndez, bisnieta de Daría. explicó cómo su familia silenció ese dolor y dio las gracias emocionadas a quienes habían ayudado a encontrar las restos de su bisabuelas y a mantener viva su memoria.