James D Fernández, NY, jun. 2020-.
En abril de 1937, Canute Frankson, un mecánico de coches afrodescendiente, dejó su casa en Detroit, Michigan, para unirse a la lucha contra el fascismo internacional en España. Ascendió al rango de Mecánico Director del Garaje Internacional de Albacete. Hablaba un buen español, y enseñó a muchos españoles en Albacete a arreglar motores de coches. Unos meses después de llegar a España, escribiría una carta a una amiga, explicando sus motivos, y trazando con gran nitidez los vínculos que percibía entre la ideología de la supremacía blanca y el fascismo. Extraemos unas frases particularmente potentes de su larga y elocuente misiva:
7 de julio de 1937
Albacete, Spain
Mi querida amiga,
Estoy seguro de que ya estarás esperando una explicación detallada de por qué estoy yo aquí, en medio de esta lucha internacional. Si esta es una guerra entre blancos, y si esos blancos nos han mantenido durante siglos en esclavitud, si nos han injuriado y insultado sin fin, si nos han segregado y nos han sometido a las injusticias del sistema Jim Crow: ¿por qué yo, un afrodescendiente, que ha luchado todos estos años a favor de los derechos de mi gente, por qué, digo, estoy yo aquí en España hoy?
Porque ya no somos una minoría aislada luchando sin esperanza contra un gigante inmenso; porque, mi querida, nos hemos unido activamente a una gran fuerza progresiva, en cuyos hombros descansa la responsabilidad de salvar la civilización humana de la destrucción planificada por un pequeño grupo de degenerados que se han vuelto locos en su afán de poder. Porque si aplastamos el fascismo aquí, salvaremos a nuestra gente en América y en otras partes del mundo, de la persecución viciosa, el encarcelamiento indiscriminado y el asesinato que ha sufrido y sufre todavía el pueblo judío bajo los talones fascistas de Hitler.
Solo tenemos que pensar en los linchamientos de nuestra gente. Solo tenemos que contemplar las páginas de la historia americana, manchadas con la sangre de los negros, imbuidas del hedor de los cuerpos en llamas de nuestra gente que cuelgan de los árboles…
Aplastaremos al fascismo. Construiremos una nueva sociedad; de paz y plenitud. No habrá más líneas de color, ni trenes segregados, ni linchamientos. Por eso, mi quería, estoy aquí en España.
En los campos de batalla de España, luchamos por la conservación de la democracia. Aquí sentamos los cimientos de la paz mundial, de la liberación de mi gente y de la raza humana.