sábado, 24 de octubre de 2020

CINCO ERRORES QUE COMETIÓ EL GOBIERNO EN EL TRASLADO DE LOS RESTOS DEL DICTADOR FRANCISCO FRANCO DEL VALLE DE LOS CAÍDOS

Poco después de la primera exhumación en el año 2000 ya se pudo el foco en lo que suponía el Valle de los Caídos como enaltecimiento del franquismo.

No muere la memoria: carta al director publicada por el diario El País en el año 2000.


Despúes fueron años reclamando que era una forma de maltrato del Estado hacia las víctimas el hecho de que fueran obligadas pagar con sus impuestos la tumba del dictador.

Después el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero presentó el informe de los expertos sobre el Valle de los Caídos el 29 de noviembre de 2011, cuando ya habían perdido las elecciones y la Ley de la Memoria Histórica llevaba aprobada casi cuatro años, desde diciembre de 2007. ¿Por qué no se hizo antes?


Y entonces llegó el momento de la exhumación y se cometieron algunos errores que impidieron que fuera un acto de justicia para las víctimas y un punto inicial de resignificación para la transformación del Valle dec los Caídos.


Error 1. El Gobierno estuvo meses en un tira y aloja con la familia del dictador y con la iglesia católica; como si no fuera el máximo poder ejecutivo y dejando que la familia de un dictador echara un pulso con todo un Estado democrático. Una decisión de un Gobierno legítimo no se puede ver obstaculizada por la familia de un dictador como si se trataran de igual a igual.


Error 2. A los familiares del dictador que acudieron al acto se les permitió envolver el ataud con una bandera en la que figuraba el escudo personal que Francisco Franco se otorgó a sí mismo en la dictadura y que es en sí mismo un símbolo de exaltación del franquismo. Y todo eso se hizo en presencia de Dolores Delgado,  ministra de Justicia, que con su pasividad subrayó la impunidad del franquismo cuando asistió sin pestañear a la vulneración del Artículo 16.2 de la Ley de la Memoria que dice: 2."En ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo". 



ERROR 3. Este fueron dos errores en uno. El Gobierno debería haber sacado los restos del dictador y habérselos entregado a la familia en su nuevo lugar de enterramiento. La decisión de dejarles trasladar los restos y darles señal de televisión en directo fue para la familia del dictador la oportunidad de exhibir en la televisión pública, y dar señal a todo el planeta, el símbolo franquista con el que envolvieron el ataúd (algo que no debería haber permitido el Gobierno). Supuso la visibilización de la familia en imágenes que con la presencia de una ministra de luto parecían un funeral de Estado. 



Error 4. Cuando los familiares del dictador trasladaban sus restos profirieron en gritos de "Vivas a Franco y "Arriba España" y ni la policía ni la ministra de Justicia sancionaron en una segunda ocasión una vulneración del Artículo 16.2 de la Ley de la Memoria Histórica que impide la exaltación del franquismo en el Valle de los Caídos. Nuevo disfrute de impunidad para la familia del dictador. 



ERROR 5. Desde hace años denunciábamos que las víctimas del franquismo no podían ser obligadas por el Estado a pagar con sus impuestos la tumba del dictador que les causó todo ese daño. Nadie lo entendería para una víctima del Holocausto, del terrorismo o del machismo. Pero las víctimas de la dictadura y en espacial aquellas que tienen a sus seres queridos desaparecidos en una cuneta, un camino o descolocadamente junto a la tapia de un cementerio pagan impuestos al Estado para sostener la tumba Franco, pero con sus impuestos no se buscan las fosas de sus seres queridos. Es sin duda una forma de maltrato. Y la laxitud del Gobierno con la familia del dictador hace que un año después de ese traslado los gastos del panteón del dictador sigan corriendo por cuenta del Estado, de todxs nosotrxs; algo que no ocurre ni en Alemania, ni en Italia ni en Portugal o Argentina. 


Y ALGO QUE NUNCA DEBIÓ OCURRIR

Cuando terminó la exhumación leímos en un digital que la ministra y el responsable de Patrimonio habian regalado a la familia los cuatro escudos que había en el interior de la tumba del dictador; cuatro escudos que eran propiedad de Patrimonio Nacional, como el que se ve en esta imagen. 


Y nos costaba creerlo, así que por el Portal de Transparencia preguntamos a Patrimonio Nacional si habían decidido regalarles a la familia que disfruta de millones de euros fruto de la corrupción y el robo del dictador las placas de la tumba que eran de propiedad pública. Y esta es la respuesta que obtuvimos:
"Tras  realizarse  la  exhumación  de  Francisco  Franco,  se entregaron a su familia, en atención a su consideración como ajuar funerario del difunto y por tanto propiedad de sus herederos, cuatro medallas de chapa de latón que se encontraban en su sepultura, sin formar parte de la estructura de la Basílica del Valle de los Caídos". 

Nada de lo que pertenece al Estado democrático es propiedad de los herederos del dictador sino al reves, la mayoría de las propiedades de esa familia pertenecen al Estado: Pero igual que la hija del dictador mantuvo un pasaporte diplomático hasta 1986, y se le retiró por exigencia de la entonces Comunidad Económica Europea en la que entramos ese año, la amabilidad de la democracia con la familia Franco no cesa. Y mientras tanto miles de hombres y mujeres asesinados por su represión siguen en las cunetas esperando a al Estado.
(Documento recibido por el portal de transparencia)



FIN


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